Pero como Tú, ninguna,
Estrella de la Mañana
De Morena de Juncal,
Y de Gracia Sevillana...
se que huele ya más a feria que a incienso, pero creo que la mañana del pasado viernes santo merecía al menos una reseña en el blog.
la mañana dió mucho de sí. Empezamos (Charo, mi prima Eli, Carlos, Trini, y yo) viendo al Señor en San vicente a las 6 y media de la mañana. Después la entrada señorial del Calvario mientras amanecía en la Magdalena. Y con las claritas del día nos fuimos a la cuesta del bacalao a ver al Cristo de los Gitanos. A partir de ese momento, Macarena. Previamente recogimos a mi hermano Mario, costalero del Calvario, y al pater recien levantado. Los churros tuvieron que esperar porque los anfitriones de la calle Parras nos avisaban que el Sentencia estaba ya en relator. Le echamos ganas y llegamos por los pelos, entramos en su casa con el paso ya revirando. No se si era más impresionante que ese barco consiguiese entrar en la calle, o que cupiesen diez personas en el balcón de Macu y Pedro. Después de admirar el misterio, y de que pasase la centuria, avanzadilla a la calle Feria por churros y chocolate (esta vez sí). La hora y media que tardó en aparecer el palio la pasamos charlando y contemplando con asombro como se iba poblando la calle, y como no paraban de entrar personas en el número 4 (costaleros, nazarenos, armaos,...). Después los ciriales anunciando anunciando que llegaba...
la sensación que a mi me quedó, salvando las distancias y con todo el respeto, puede parecerse a la del Omega del pasado verano. El convencimiento de haber vivido algo extraordinario, que te deja sin saber qué decir ni cómo actuar.
Impresionante la Macarena por la calle Parras!